domingo, 31 de mayo de 2009

Premeditación y alevosía.







Siempre me llamó la noche como cóctel concentrado de sentires.

La noche desdibuja lo que la alevosía dibuja.
Es el juego del instinto animal desatado y protegido bajo la no luz,
la luz artificial, la que no era y ha sido creada, la que podría por
tanto no estar y por supuesto es minipresente.. La nocturnidad y la
perdida de control voluntario bajo los efectos de lo que sea.....
desatan suspiros, alientos, temblores, debilidades, miradas,
roces........son esos a los los que yo busco, siento y quiero dar
forma.
Ese suspiro casi sin espacio propio.
ese roce aparentemente casual, sin querer queriendo que abre las fosas
nasales del tocado como si de un miura se tratara.
esa boca que se entreabre y no tiene de censor detrás para que se cierre.
Esos cuellos que se alargan........
esos cuerpos que hablan lenguajes propios.

Ascen.